ENIGMAS DE LA HISTORIA
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El Sanatorio de La Atalaya (Ciudad Real).

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El Sanatorio de La Atalaya (Ciudad Real). Empty El Sanatorio de La Atalaya (Ciudad Real).

Mensaje por omega Sáb Jun 28, 2008 5:18 pm

Documento elaborado por un investigador:

Un lugar marcado por una tragedia es el escenario de extraños sucesos y leyendas muy conocidas entre la gente de Ciudad Real. Apariciones de una dama fantasmal en una curva, un extraño psiquiátrico abandonado en una colina donde según los testigos suceden fenómenos extraños, apariciones de luces en el cielo y extrañas neblinas que envuelven el lugar son solo unos cuantos sucesos en la Atalaya, un lugar a las afueras de la ciudad. Y lo que está usted a punto de leer, son una serie de sucesos que tal vez marcaron el lugar. Y una serie de hechos que tal vez tengan que ver por la situación en un lugar marcado por la tragedia, por el dolor.

"Un policía, presunto autor de la muerte de dos jóvenes en La Atalaya".

Aquel era el titular de la portada del periódico Lanza del miércoles 22 de abril de 1987. Y continuaba de la siguiente forma:

Tres muertos por arma de fuego, una pareja de novios y un miembro de la Escala Básica de la Policía, es el balance de un suceso ocurrido en la noche del lunes al martes en las inmediaciones del repetidor de TV situado en el cerro de La Atalaya de nuestra capital.

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La Atalaya.

Maria del Mar Perales Serrano y Alfredo Lozano Galán fueron víctimas aquella fatídica noche de 20 de abril. Isidro Mejías, de 33 años, casado y padre de dos hijos fue el que causó su muerte. Maria del Mar y Alfredo eran una joven pareja, que acudió a La Atalaya aquella misma tarde, para pasar el día y volver ese mismo día. Sin embargo su regreso a casa nunca sucedió. A las dos de la madrugada, Isidro Mejías llegó al lugar de los hechos, se puso delante del Citroën Visa de Alfredo, y descargó su pistola contra la pareja.

Maria del Mar presentaba un disparo en la muñeca, otro en la mano y dos más en el pecho, mientras que Alfredo presentaba un orificio de bala en el ojo y otro en el cuello. Los seguros de las puertas del coche estaban cerrados, lo que nos lleva a la conclusión de que nada sucedió de repente. Ellos, asustados, vieron lo que iba a suceder, y se encerraron en el coche. El policía, tras matar a los dos jóvenes, se metió en su coche, cerró la puerta y se pegó un tiro en la sien, acabando con su vida, y llevándose para siempre el secreto, ¿por qué lo hizo?

Las hipótesis más barajadas fueron la del crimen pasional, y la de una intención previa de suicidio. Ambas quedaron casi descartadas por las razones que doy ahora mismo. Isidro Mejías estaba casado, era padre de dos hijos y todos sus conocidos aseguraron que se le veía muy feliz con su mujer, que siempre iba con ella a todas partes y era un hombre aparentemente fiel. ¿Por qué iba a tener un momento de pasión con aquella chica, e iba a matarla posteriormente junto a su novio por un ataque de celos? Ya no solo por la parte de Isidro sino también por la de Maria del Mar. Su madre aseguró que ella y Alfredo se querían mucho, pasaban el mayor tiempo juntos y cuando no podían, se tiraban horas hablando por teléfono. Cuando Alfredo llegaba a casa, preguntaba si había llamado Maria del Mar. ¿Qué iba a hacerles desquebrajar así sus relaciones? Los padres de las dos víctimas, aseguraron no conocer a aquel policía.

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Fotografía de los hechos, publicada en Lanza.

La otra posibilidad que se baraja tiene una parte demostrada. El policía quiso suicidarse. De hecho dejó en su casa una nota a su suegra, pidiéndole que fuera a recoger a su esposa y a sus hijos, que venían de Badajoz ese mismo día a las 20.15. Isidro dejó la nota, acudió al cuartel, recogió su arma personal y subió al cerro de La Atalaya. Allí, en un intento de acabar con su frustración (esa frustración no tiene explicación a día de hoy) disparó hacia todas partes, con tan mala suerte, que dio a los dos jóvenes.

Sin embargo, hay varias cuestiones que también descartan esta parte de la teoría. No la del suicidio planeado, pues eso está prácticamente demostrado, sino la teoría de que se puso a pegar tiros a diestro y siniestro solo por acabar con esa frustración. Primero, todas las balas dieron a los jóvenes, con una precisión bastante curiosa.

Si nos fijamos, los disparos iban apuntados hacia la cara. Por eso las balas en la muñeca y mano de Maria del Mar. Tal vez trató de taparse la cara, en un instinto totalmente humano. Segundo, los jóvenes tenían los seguros puestos, sabían que algo malo sucedía. Por tanto.. ¿Cuál fue la causa que llevó a Isidro Mejías a subir hasta allí, matar a la pareja de novios y posteriormente acabar con su vida?. En la actualidad una especie de placa descansa en la zona del asesinato, en memoria de las muertes sucedidas aquella terrible noche.

Una muestra del dolor que conllevó aquello, es esta foto:

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Fotografía de los hechos, publicada en Lanza.

La dama de la Atalaya.

La leyenda de la chica de la curva es bien conocida por todos; una joven autostopista alza el dedo en mitad de la noche, y pide al primero que pare, que la lleve a la ciudad. Al cabo de unos minutos, la joven dice al conductor: "Tenga cuidado, en esa curva me maté yo", y sobre esta leyenda base, han ido apareciendo otras muchas derivadas. Hay quien afirma que no se trata de una leyenda, que realmente suceden cosas así en nuestros caminos y carreteras.

En Ciudad Real hay varios puntos calientes en este sentido? La carretera Ciudad Real-Daimiel, donde se aparece una joven que murió allí hace años durante la noche del baile de su graduación, y la otra supuesta chica de la curva se sitúa en la Atalaya. Concretamente en la curva que hay justo a la entrada del antiguo sanatorio (ahora psiquiátrico abandonado).

El Sanatorio de La Atalaya (Ciudad Real). 84162680bs0

Curva donde, siempre según los testimonios, se aparece la "dama de la Atalaya".

La madrugada que volvía de pasar unas horas en el sanatorio, un amigo me paró, me preguntó qué tal la experiencia, y luego me dijo: ¿Y de la curva, qué sabes?. Yo me quedé desencajado. Había oído decenas de veces aquella leyenda de la autostopista fantasma, pero nunca nadie me había contado que le hubiera sucedido a él mismo. Nadie, de "tú a tú" me había contado una historia tan asombrosa y a la vez espeluznante- como aquella.

Aquella noche de verano volvía de la Atalaya en una moto con un amigo suyo que era el que conducía. Y bajando justo por aquel lugar, justo en aquella curva, las luces de la moto iluminaron a una figura semitransparente, en camisón. Él hizo un viraje improvisado, pero no pasó nada. No la atropelló, pues aquella figura, simplemente, desapareció. ¿Quién es esa joven? Son muchas las versiones que responden a esta pregunta. Algunos afirman que es la figura de una paciente del antiguo psiquiátrico infantil, que en una de sus crisis, se lanzó por la ventana.

Otros aseguran que hubo un secuestro en Ciudad Real, que un mal hombre se llevó a la niña a aquel lugar, y la mató después de violarla. Esta opción es considerada leyenda ya que afortunadamente no existe ningún hecho del estilo que pueda constatarse. Como curiosidad he de decir, que por Internet circula un "mail cadena" con la narración de la visión de esta "dama de la Atalaya", junto a otros sucesos paranormales del lugar.

Otras leyendas en un lugar marcado por la tragedia.

Existen otro tipo de leyendas, o de hechos veraces que son inclasificables debido a su extrañeza. Y que tampoco pueden constatarse si no es con testimonios. El primero de ellos es el de la densa neblina que envuelve el lugar algunas noches. Se trata de una simple leyenda, pues no conozco a nadie que haya presenciado tan insólito hecho. Pero es curioso, pues se cuenta que de pronto comienza a descender una niebla (en ocasiones de colores) que hacen imposible la visión. Otras veces se ha descrito este hecho como una aurora boreal en el cielo del cerro de la Atalaya.

El segundo hecho es el de una aparición mariana en una arboleda cercana a un merendero. Se cuenta que en 1939, casi al terminar la guerra civil, una mujer que llevaba un traje blanco y que irradiaba luz se apareció en aquel lugar durante sucesivas noches, y que al terminar la guerra, dejó de aparecer. Otro hecho (y este aparece totalmente constatado) es la visión de al menos un OVNI desde el lugar. Tengo un testimonio de primera mano; sucedió en agosto de 2004, y cinco personas mínimo fueron testigos de cómo tres luces (que no eran aviones) surcaban el cielo a gran velocidad. Al día siguiente, TVE daba la noticia. El avistamiento se hacía público, y no se trataba de un satélite?.

FUENTE: http://www.mundoparapsicologico.com

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